Biblioterapia. Si no existe, deberían inventarla.
2. Las bibliotecas son pequeñas (o grandes) cuevas del tesoro
Años y años de trabajo les ha permitido crear un fondo muy completo y variado. Para los lectores, las bibliotecas son una cueva del tesoro en la que encontrar de todo
3. O pequeños paraísos bibliófilos
Vale, todas tienen mucho de paraíso de los libros, hasta la pequeña biblioteca del barrio, pero algunas lo son más que otras. Las grandes bibliotecas ‘clásicas’, al estilo de la Biblioteca Nacional de España, son auténticos paraísos, de esos que te encantaría poderte quedar encerrado allí una noche, como aquel pobre hombre (pobre, ¡ja!) que se quedó atrapado una noche en una librería.
4. Tienen todos esos libros que no sabes dónde encontrar
Esos libros que en tu librería dicen que va a ser imposible encontrar es casi seguro que estén esperándote en alguna biblioteca (y ahora que el servicio interbibliotecario es tan habitual hace que puedas pedirlos desde cualquier lugar)
5. Son un servicio público
6. Los libros son una fuente de sorpresas
O lo que es lo mismo… ¡la de cosas que te puedes encontrar dentro de los libros de una biblioteca! En Librópatas tenemos unas cuantas historias, como la de la lectora que se encontró una postal que había recibido de una de las redactoras y que había perdido volviendo a sacar un libro de la biblioteca o como la del poema que apareció en medio de uno de los libros que estaba leyendo una redactora.
7. No tienes que mudarte luego con esos libros
Sí, puede que tenga un poco de resaca de la mudanza que acabo de realizar, pero tras empaquetar cajas y más cajas de libros cada vez tengo más amor por los ebooks y ¡por las bibliotecas!
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