sábado, 17 de septiembre de 2016

,,,,

5 escritores que mataron a la persona que amaban

Un acto de heroísmo y valentía se convirtió en la más grande aberración de la condición humana. En la antigüedad, matar al otro podía significar el paso de la niñez a la vida adulta. En la actualidad, matar es sinónimo de vileza y ningún fin lo justifica. ¿Preferimos la muerte antes de herir a alguien más?

Aquellos puritanos dirían que sí. Herir a alguien más podría arruinar nuestra existencia… quiénes somos para decidir el futuro de otro individuo. Pero la muerte también puede significar amor, lealtad, heroísmo y locura, algunos de los mejores sentimientos que existen en la vida.

Tal vez enfrentarse a la muerte por manos propias se convierte en la emoción más radical y profunda a la que alguien pueda acercarse. A través de ella, descubre la posibilidad de un mundo lleno de cuestionamientos existencialistas que se reducen a la nada, a las ganas de acabar con la vida para mostrarnos verdaderamente desolados. Una gran experiencia, a la vez, puede convertirse en las puertas para la creatividad.

Cervantes, por ejemplo, fue un soldado que asesinó a ejércitos enemigos a diestra y siniestra. Leon Tolstoi también participó en un conflicto bélico en su juventud. Pero no es lo mismo matar a alguien que ni siquiera conoces a calvarle un cuchillo, dispararle o empujar hacia la muerte a alguien que es amado para ti, con quien se supone que compartirías tu vida o simplemente, una persona que has visto a tu lado por tantos años. Pero a veces pasa, a algunos hombres les ocurre y como si se tratara de un caso de un programa de detectives, ellos protagonizaron escalofriantes historias.



Louis Althusser

El gran filósofo combatió en la Segunda Guerra Mundial con las tropas francesas. El ejército alemán lo apresó y confinó a un campo de concentración. Como parte del estrés postraumático de la guerra, tuvo graves problemas psiquiátricos que le provocaron ser internado en diferentes instituciones psiquiátricas desde los 29 años. Fue tratado con terapias electroconvulsivas, lo que lo hizo más propenso a periodos de inestabilidad y locura maniática. A pesar de todos los tratamientos que recibió, en 1980 estranguló a su esposa Heléne. Nunca lo juzgaron por ese crimen, los especialistas aseguraron que lo hizo en un arrebato de locura. Más tarde, fue internado en un sanatorio donde pasó el resto de su vida hasta su muerte en 1992.




Mary Ann Lamb

Escritora de los libros “Tales from Shakespeare” en 1807 junto a su hermano Charles y otras novelas como “Mrs. Leicester’s School”, Mary Ann Lamb marcó la literatura inglesa. Este último libro se centró en las historias de unas niñas huérfanas y se piensa, debido a él se desataron conflictos mentales internos en la cabeza de Mary Ann. Con sus constantes enfermedades psiquiátricas, en 1796, mientras su madre preparaba la cena, Mary se enojó por los consejos de cocina que le daba y la empujó hacia otra habitación. Tomó el cuchillo, se aproximó a su madre y la apuñaló en el pecho. La confinaron a una institución mental local llamada Fisher House.




Hans Fallada

Este novelista alemán, perseguido por el régimen Nazi por la adaptación de su novela “Pequeño hombre, ¿ahora qué?” a una novela por productores judíos en Hollywood, tenía una fuerte adicción a la morfina debido a su depresión. Murió cuando tenía 54 años pero comenzó con tendencias suicidas desde muy joven. Cuando tenía 18 años, hizo un pacto de muerte con su amigo Hans Dietrich von Neckeren, en el que deberían enfrentarse por un duelo. Fallada asesinó a Dietrich y él sobrevivió con graves heridas. Fue arrestado por homicidio y lo ingresaron a un hospital psiquiátrico. Vivió entre clínicas para sobrellevar su adicción a la morfina y más tarde obtuvo el éxito con novelas como “Graneros, caciques y bombas”,  “Pequeño hombre, ¿ahora qué?”. Lo arrestaron por actividades hostiles y aún así, continuó con la escritura de severas críticas sociales hacia el Estado. Más tarde lo detuvieron por intento de asesinato a su exmujer y lo ingresaron nuevamente a un manicomio.





J.J. Paulsen
Escritor de sitcoms en Estados Unidos con programas como “Cosby”, “In Living Color” y “Grace Under Fire”, Paulsen se quedó sin trabajo en 2007 con cientos de deudas. Ese mismo año mató a su esposa mientras su hijo estaba en casa. La golpeó con fuerza en la cabeza y la contusión provocó una hemorragia interna en el cerebro. Escondió el cuerpo en el ático, lugar en el que permaneció semanas enteras. La pareja era bastante problemática y tenía problemas de violencia doméstica pero cuando la policía supo lo ocurrido, lo condenaron a 26 años en prisión.




Alice Bradley Sheldon

Se dio a conocer con el pseudónimo de James Tiptree Jr. por creer que no tenía posibilidades con la publicación de libros de ciencia ficción por ser un campo literario masculino. Mantuvo su identidad en secreto hasta 1970 cuando descubrieron de quién se trataba. A pesar de perder el anonimato continuó escribiendo durante 10 años. Cuando tenía 71, hizo un pacto suicida con su esposo, quien sufría graves problemas de salud. Le disparó y después se disparó en la cabeza. Los cuerpos fueron hallados en la cama, tomados de la mano.





No hay comentarios:

Publicar un comentario