sábado, 25 de junio de 2016

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Las prostitutas más famosas de la literatura universal

El oficio de la prostitución es una poderosa figura que históricamente ha sido un elemento alternativo en el arte: Toulouse-Lautrec no temía enamorarse de las más bellas mujeres de los burdeles parisinos, mientras Picasso se inspiró en el barrio rojo de Barcelona para crear una de sus más grandes obras. Para decenas de artistas, como Munch, Degas o Bernard, los prostíbulos y las mujeres que ahí habitaron eran un elemento crucial de su obra. Cuatro siglos antes, Caravaggio utilizó a prostitutas como modelos para representar vírgenes.

En la literatura, el recurso funciona a la perfección para describir las condiciones de pobreza y miseria de la sociedad, sea la Francia de Zolá o la Ciudad de México al final del Porfiriato de Gamboa. Al mismo tiempo, ambos autores afianzaron su corriente naturalista en manos de sus prostitutas, un determinismo que mira estoico cómo pasa el tiempo y cómo a pesar de los intentos de sus protagonistas por cambiar su realidad, al final, el destino será el encargado de escribir el epílogo de sus vidas. En el realismo mágico, el papel de la prostituta viene de la mano de la ilusión, de la vitalidad y los buenos recuerdos. Al mismo tiempo, la relación entre el amor y lo puramente carnal se hace patente, con un dejo de idealismo que termina por exaltar la figura de la joven hermosa pero desventurada, cuyas condiciones le obligaron a vender su cuerpo para poder subsistir.

Otro papel preponderante para las cortesanas está en la afrenta a la moral, a la religión y el status quo de la sociedad y las buenas costumbres, que trata de romper con la anterior concepción determinista. La Julieta de Sade pasa por las mismas desventuras que otras prostitutas mártires; sin embargo, crea a partir de la decadencia una voluntad dionisiaca, acepta la situación por medio del placer y adopta las formas más grotescas de sometimiento como filiación. La visión de la prostituta en la literatura es dinámica y no se detiene en el sitio común del ascetismo o la decadencia de la vida. Éstas son las seis prostitutas más famosas de la literatura universal:


Anné Copeau, “Nana” (1880) – Emile Zolá

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La trilogía de Zolá incluye el apodo de una protagonista en un título de su obra. Se trata de Anné Copeau “Nana”, una joven hermosa y encantadora, descendiente del linaje de los Macquart pero con una predisposición genética a los placeres vanos. Zolá ejemplifica a Nana como la mejor muestra del determinismo naturalista de su obra, una mujer pobre pero muy bella que decide aventurarse como bailarina y al mostrar su cuerpo consigue la atención y el cariño de muchos hombres; sin embargo, nunca está satisfecha.



Margarita Gautier,  “La dama de las camelias” (1848) – Alejandro Dumas

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Margarita Gautier es una cortesana muy conocida entre la clase alta de París. Está presente en todos los eventos de sociedad, donde lleva consigo un ramo de camelias rojo o blanco, dependiendo de su disponibilidad en ese momento.  La joven tiene muchos clientes que pertenecen a la nobleza, entre ellos se encuentra Armando Duval, quien se enamora perdidamente de ella. Con el paso del tiempo, la relación entre ambos toma caminos inesperados y Gautier estará en la encrucijada de cambiar a la forma de vida que busca Duval o continuar con los lujos que ostenta gracias a sus amantes, mientras una enfermedad la consume poco a poco.



Julieta, “Juliette”(1797) – Marqués de Sade

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El siempre polémico Sade creó en “Juliette o las prosperidades del vicio” a dos hermanas cuyos caminos diametralmente opuestos tienen consecuencias imprevisibles. Juliette y Justine son dos hermanas que a una pronta edad quedan huérfanas. Mientras Justine tiene un corazón noble y lleno de virtudes que le obliga a seguir un camino de esfuerzo como todas las personas para salir adelante, Juliette decide trabajar en un burdel y pronto adquiere fama como cortesana, donde descubrirá que los más profundos dolores van acompañados del más dulce placer. Más adelante, el destino las habrá de encontrar y sólo el lector podrá juzgar quién eligió una mejor vida y a qué precio.



Chiyo, “Memorias de una Geisha” (1997) – Arthur Golden

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Una joven es vendida a una casa para geishas, donde cumple todo su entrenamiento gracias a sus atractivos físicos, especialmente sus grandes ojos color azul grisáceo. Chiyo poco a poco se convierte en la favorita para ser geisha, pero debe librar una serie de obstáculos, como la envidia y la inseguridad para ser algo que ni siquiera estás segura de querer. En su camino quedará enamorada de una persona importante que podría cambiar su vida radicalmente. Un retrato sincero sobre el significado de ser geisha y la seducción, la degradación y el tabú que supone esta figura milenaria en la actualidad.



Delgadina, “Memoria de mis putas tristes” (2004)  – Gabriel García Márquez

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Un hombre octagenario pero lleno de vitalidad está a la espera de cumplir sus noventa años, cuando se pone a reflexionar sobre lo que ha sido su vida personal. Pronto descubre que nunca ha sentido amor ni tenido sexo sin dinero de por medio debido a su oscuro pasado. Entonces decide acudir a una casa de citas y pedir a la mujer más joven para la noche de su cumpleaños. Se trata de Delgadina, una chica pobre que debe prostituirse para mantener a su familia. Poco a poco el viejo y la joven tendrán una relación extraña, mucho más profunda que la mera atracción sexual.



Santa, “Santa” (1903) – Federico Gamboa

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Ambientada en la década final del Porfiriato, Santa cuenta la historia de una mujer de 19 años que después de una serie de terribles acontecimientos, es humillada por su familia y debe afrontar la vida por ella misma. La joven llega a la Ciudad de México y entra a una casa de citas por recomendación de una conocida. Con el paso del tiempo, Santa se convierte en la favorita de los clientes, razón por la cual es envidiada por todas las demás trabajadoras. En el sombrío lugar se hace amiga de dos hombres que corren las mismas desventuras. Un día, su vida parecerá tomar un vuelco radical cuando se enamora de un cliente, un matador de toros. Santa deberá enfrentar al cruel destino y una enfermedad silenciosa en busca de su felicidad.

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