Cómo escribir la carta perfecta a la persona que amas

¿Sabes quién eres para mí?

Hace cinco años, el día que te conocí, cuando me enamoré de ti, la noche que terminé amándote y aún la tarde que me empezaste a doler, siempre me pregunté de dónde vino la suerte de haberme cruzado contigo.

A partir de ese encuentro, se comenzó a trazar un mundo casi perfecto, escribimos la parte más importante de nuestras vidas, siendo tú el que mantuvo mis ánimos en pie, figurando como la puerta que nunca se me ha cerrado, siendo mis ojos, con lo que puedo seguir viendo aunque todo se torne negro, volviéndote la familia que no siempre he tenido, pero que elegiría mil veces.




Eres quien me enseñó a confiar aun en la adversidad, pues sé con seguridad que puedo soltar tu mano y nunca dejaré de sentirte, has sido transparente, dejando que me cuele en ti para entenderte valiente, sincero y paciente. Paciente para tomar las raíces de mi dolor y luego sembrarlas en la dicha de nuestro amor, valiente para disculparte y también perdonar mis errores, sincero por demostrarme cómo puedes iluminar la obscuridad de mis días grises, pero también por mostrarme esa parte difícil con la que a veces es imposible lidiar.

Y es que complicas mi vida cada vez que mi dosis de ti se termina, imposibilitando mi resistencia para extrañarte cuando me invade la abstinencia de tenerte. Hiciste un caos de mis días cuando me enseñaste que lo difícil no es buscar lo que siempre has querido, lo imposible es soportar la pérdida de lo que llegó a ti para descubrir que siempre fue lo único que realmente quisiste.


*Una singular definición del amor

¿Sabes quién quiero ser para ti?

Conozco la verdad y sé que yo no soy tu primer beso, tu primera cita ni tu primer amor, e independientemente del orden en el que mi corazón se conectó con el tuyo, me gusta pensar que así como tu mirada logra incendiar mi cuerpo, tú también me reconoces única. Quiero imaginar que al pasar los días, rodearte de gente y oportunidades, sólo reafirmas que soy yo con quien deseas estar.

Estar para quedarte y quedarte para seguir amándote, pues te amo y amo la persona que soy desde que estás conmigo; y aunque no fui ese primer amor que ataca tempestuoso, tampoco puedo evitar que tú seas mío para siempre. El que me grita que no existe otro corazón para mí como el tuyo ni otro amor para ti como el mío.




Quiero ser esa de quien aceptes formar parte, impregnándote de todo lo que soy, de lo bueno y lo malo, de las partes rotas y de mis más completos rompecabezas, de mis pensamientos sensatos y de los más imposibles también, de mis millones de palabras y de mis íntimos silencios, quiero que estés entre las letras de todo lo que escribo y sobre todo en los espacios en blanco.

Quiero ser quien te haga feliz por todo lo que significo, pero también por todo lo que no puedo ser.

¿Sabes qué quiero para nosotros?

Que dejemos de mancharnos con los problemas del pasado para pintarnos un presente hermoso, quiero cumplir la promesa que me aleje del miedo a perdernos, deseo tiempo, más tiempo para nosotros, durante el que no sólo nos empeñemos en sentir, también en ser conscientes de lo que sentimos, como cada vez que me tocas en mis sueños, cada vez que respiras cerca de mí, cada vez que nos escuchamos.

Quiero lograr todos los perdones pendientes, quiero que dejemos de sentir las heladas culpas hasta convencerte de que no existió tiempo perdido ni nada que podríamos haber hecho mejor, pues hoy seguimos unidos, conectados por alma y espíritu. Busco incesantemente todo lo que nos evite olvidarnos para que siempre recordemos cuánto nos amamos.

Quiero que nos diferenciemos del resto, disfrutando juntos, dentro y fuera de todos los mundos a los que pertenecemos, sin borrar el pasado ni pretender un futuro, siempre intentando que te ames más para no agotarnos con nada que nos haga daño.

¿Sabes qué es lo único que te pido?

Que me dejes quererte para que sientas mi calor sobre ti, para que siempre te sienta conmigo, te pido encontremos un lugar sólo para nosotros, de donde no podamos irnos nunca y en el que siempre nos encontremos libres.

Te pido que enloquezcas conmigo para sonreír aún cuando se nos acaben los motivos, te pido que nos entendamos sin la necesidad de hablarnos, que nos amemos aunque a veces duela y que nunca destruyas lo que siempre nos repara. Por favor déjame todo lo que me has dado, que yo prometo nunca llevarme nada de lo que fue mío y ahora te pertenece.

Te pido que me ames más allá de la realidad, siempre pensándome fuerte, reconociéndome tuya y recordándome contigo.


*La victoria del olvido




¿Sabes qué te prometo?

Te doy mi palabra para que sepas que mi amor no será de nadie más, te prometo nunca volver a cerrar mi alma para que tú siempre puedas visitarla, te prometo jamás ponerme en tu contra aunque eso implique dejarte ir.

Prometo siempre recordarte por qué te enamoraste de mí, nunca permitiré que el tiempo nos deshaga, que la vida nos separe ni que la rutina nos congele; te prometo mañana amarte más que hoy.




Contigo aprendí La diferencia que pocos entienden entre amar y enamorarse y aunque en el camino me he topado con quienes afirman que El amor no existe, es el deseo de no querer estar solos, para mi, tú eres la prueba de que amándote me vuelvo aún más real.