Incrementar los niveles de terror en nuestras vidas es una tarea a la que muchos nos sumamos gustosamente. Puede sonar extraño, pero esa fascinación y emoción que se pueden alcanzar mediante una buena dosis de horror son incomparables. El cine y la literatura que obedecen a dichas necesidades se han transformado dramáticamente con el paso del tiempo y, para desilusión de bastantes, su estructuración o sus recursos han caído a lo más simple, irreverente y chocante posible. No estamos diciendo que toda producción terrorífica sea mala en la actualidad, pero sí que se destruye al género cada vez más, como algo serio, de culto.
La cantidad de buenas películas con tal temática es lo suficientemente amplia; desde los inicios de la cinematografía han existido filmes que se han obsesionado con lo oscuro y lo terrible. Tan es así, que se han inventado infinidad de seres sobrenaturales capaces de quitar el sueño y, en muchas ocasiones, también se ha tenido que recurrir a viejos –o nuevos– relatos literarios como fuente de inspiración para garantizar un buen grado de exaltación y gritos.
En ese sentido, podríamos pensar que en el terreno de las letras, la producción ha sido más prolífica e incluso más efectiva. Carente de imágenes por sí solo, un buen libro de terror —la mayor parte de las veces— causa una mejor inserción en la atmósfera que cualquier película repleta de zombies, litros de sangre y rubias que mueren torpemente.
Si pensamos exclusivamente en novelas o libros de relatos al momento de elegir aquellas narraciones que de verdad nos hicieron subir los pies al sofá mientras les leíamos, puede que la lista no sea precisamente larga. Recordemos que mucho del género también se da en cuentos cortos o múltiples versiones de la tradición oral. Entonces, si pensamos en esos títulos que nos pueden dar miedo de por vida, podríamos comenzar con los siguientes.
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“Demonio de libro” (2009) de Clive Barker
“Demonio de libro” (2009) de Clive Barker
Esta novela de fantasías autobiográficas combina el escalofrío con las necesidades actuales de terror; Barker realizó en este libro una buena mixtura entre la tradición y el estilo contemporáneo. La inteligencia y la creatividad del escritor hacen de ésta una publicación completa y estremecedora.
Probablemente no haya un ser sobrenatural más emblemático en la historia de la literatura que aquél antropomorfo capaz de vaciar un cuerpo humano con tal de succionar su sangre y vida durante la noche. La historia es muy conocida, pero cada que se vuelve a leer se descubren cosas nuevas.
En una vieja Inglaterra del siglo XVII, llena de supersticiones y conflictos internos, existe la vieja creencia de que en un lugar específico de su geografía hay una abertura en la tierra que permite la conexión con el Infierno. ¿Qué podría pasar si fuera así?
Novela que inspiró una película homónima con la participación de David Bowie, Catherine Deneuve y Susan Sarandon. Su trama gira en torno a una especie de enfermedad contemporánea frente a la extraña condición en ciertas personas de vivir eternamente.
En un contexto clásico norteamericano, en el que las fiestas de Halloween fungen un papel primordial durante el otoño, un grupo de amigos se ven envueltos en un vórtex de emociones, dimensiones y terrores con un peculiar grado de historia universal.
Ambientado en un pueblo ficticio, este relato es considerado como una de las obras principales de los Mitos de Cthulhu, una tradición recobrada e implantada por el mismo autor. Considerando la época de su publicación y el terror al que estaban acostumbrados sus lectores, esta narración sigue siendo una obra maestra.
“Al salir del infierno” de John Franklin Bardin
“American Psycho” de Breat Easton Ellis
“El barón Bagge” de Alexander Lernet-Holenia
“Apocalipsis Z” de Manuel Loureiro
“El castillo de Otranto” de Horace Walpole
“El color que cayó del cielo” de H. P. Lovecraft
“Cabal” de Clive Barker
“Carnacki” de William Hope Hodgson
“Coraline” de Neil Gaiman
“Déjame entrar” de John Ajvide Lindqvist
“El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde” de R. L. Stevenson
“El Golem” de Gustav Meyrink
“El hijo de la bestia” de Graham Masterton
“El hombre lobo en París” de Guy Endore
“Frankenstein” de Mary Shelley
“El misterio de Salem’s Lot” de Stephen King
“El monje” de Matthew Lewis
“Juego de niños” de Juan José Plans
“Fantasmas” de Dean Koontz
“El país de octubre” de Ray Bradbury
“El resplandor” de Stephen King
“La casa de los siete tejados” de Nathaniel Hawthorne
“El retrato de Dorian Grey” de Oscar Wilde
“El rito” de Laird Barron
“La guardia de Jonás” de Jack Cady
“El señor de las moscas” de William Golding
“El silencio de los inocentes” de Thomas Harris
“La guerra de los mundos” de H. G. Wells
“El umbral” de Patrock Senecal
“Entrevista con el vampiro” de Anne Rice
“La leyenda de Sleepy Hollow” de Irvin Washington
“La mujer de negro” de Susan Hill
“Malpertuis” de Jean Ray
“La semilla del diablo” de Ira Levin
“Vampiros de la mente” de Dan Simmons
“Ultratumba” de Ramsey Campbell
“Los misterios de Udolfo” de Ann Radcliffe
“Relatos de fantasmas” de Edith Wharton
“Psicosis” de Robert Bloch
“Para leer al anochecer” de Charles Dickens
“Otra vuelta de tuerca” de Henry James
“Narración de Arthur Gordon Pym” de Edgar Allan Poe
“Misery” de Stephen King
“La condesa sangrienta” de Valentine Penrose
“Los sin nombre” de Ramsey Campbell
“La devoción del sospechoso X” de Keigo Higashimo
“Corazones perdidos” de Montague Rhodes James
“La casa en el confín de la tierra” de William Hope Hodgson
“Fantasmas” de Peter Straub
“Los mitos de Cthulhu” de H. P. Lovecraft
“John Silence, investigador de lo oculto” de Algernon Blackwood
“La araña y otros cuentos macabros y siniestros” de Hanns Heinz Ewers
“La casa y el cerebro” de Edward Bulwer
“Manuscrito encontrado en Zaragoza” de Jan Potocki
“El fantasma de la ópera” de Gastón Leroux
“El fantasma de la ópera” de Gastón Leroux
“Terror es el sentimiento que paraliza el ánimo en presencia de todo lo que hay de grave y constante en lossufrimientos humanos y lo une con la causa secreta”.
James Joyce
James Joyce
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