“Killer: A Journal of Murder” (1970 ) – Carl Panzram
Un hombre que ha pasado a la historia prohibida de Estados Unidos. A principios del siglo XX este hombre mató a 21 personas, 10 de ellas durante un viaje en un yate que era de su propiedad. Como si se tratara de un vaquero del viejo oeste, Panzram entraba y salía de reformatorios y prisiones ganándose la vida robando. Se dice que asaltaba y violaba a sus victimas, a pesar de que sólo fueron 21 los que fallecieron las violaciones fueron a cerca de mil personas. Cuando fue arrestado, el asesino comenzó a mandar cartas a un escritor gracias a un guardia que lo ayudaba, este libro recopila las cartas y pensamientos de uno de los asesinos más tenebrosos del siglo XX.
“Killer Fiction” (1990) – G.J. Schaefer
Sondra London fue la que llevó la historia del asesino de dos adolescentes al público. Aunque fue condenado por dos crímenes se estima que eso no es cierto, pues el asesino no tenía miedo en declarar que había matado a más de 80 mujeres, y aunque en su casa se encontraron pertenencias de mujeres que habían desaparecido, nunca se pudo ligar a Schaefer a las otras mujeres. En el libro, London incluye cuentos del asesino que si bien ella publicó por el carácter literario, muchos creen que en realidad “Murder Demons” es más una confesión de asesinato que una pieza de arte literaria.
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“Final Truth” (1993) – Donald Gaskins
Un verdadero psicópata. Es difícil entender qué los lleva a cometer los crímenes, pero Gaskins se valió de Wilton Earle no para confesar sus crímenes e intentar llegar a una resolución con su alma, sino para confesar más crímenes como si cada corazón paralizado se tratara de un trofeo carnal y sangriento. Fue encontrado culpable por ocho homicidios a pesar de que confesó 13 y posteriormente en su autobiografía elevó la cifra a cerca de 11o personas. Disparos, ahorcamientos e incluso la violación de un infante para después matarlo.
“The Making of a Serial Killer” (1996) – Danny Rolling
Desde el famoso Ted Bundy nadie había sido tan famoso en Florida como este asesino. Cantando el himno nacional de Estados Unidos es como se fue de este mundo. Si eso parece macabro lo que hizo con una de sus victimas lo es aún peor pues no sólo la violó y mató, sino que también la posicionó de tal forma para que pareciera que se encontraba sentada. Además de ella lo encontraron culpable de cuatro asesinatos más, todos cometidos en el campus de la Universidad de Florida en un lapso de 48 horas.
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“Zekka” (2015) – Sakakibara Seito
Un asesino de 14 años es algo que se convierte en controversia, pues aunque muchos pueden condenarlo inmediatamente hay quienes consideran que simplemente era alguien que no sabía lo que hacía. Lamentablemente este adolescente mató a dos niñas: Jun Hase de 11 años, a quien le cortó la cabeza y Ayaka Yamashita de 10 años. Fue arrestado y condenado a confinamiento desde 1997 hasta 2004 cuando fue liberado al considerarse que estaba mentalmente recuperado. Hoy se desconoce su nuevo nombre, pues para evitar que fuera atacado, éste tuvo que ser cambiado por la policía. Esa es la razón por la que también fue controversia que publicara un libro en el que se disculpaba por todo lo que había hecho, pero sin haber consultado a las familias de las victimas antes de hacerlo. Los sobrevivientes a la tragedia han declarado que a pesar de la buena intención, esto sólo ha empeorado el proceso de sanación por la muerte de las inocentes niñas.
“A Question of Doubt” (1993) – John Wayne Gacy
Los payasos han sido la pesadilla de miles de personas a lo largo de los años y definitivamente este hombre ayudó a sembrar el pánico. Primero fue arrestado por sodomía, cumpliendo 18 meses de una condena de 10 años gracias a su buena conducta. Un hombre reformado que se alejó de su pasada vida, se mudó a Chicago y se convirtió en un ciudadano ejemplar: consiguió un trabajo respetable, se interesaba por su comunidad e incluso se disfrazaba de payaso para fiestas infantiles; también comenzó a matar a personas que tenían entre 9 y 20 años. Wacy se disfrazaba de payaso de día y por la noche fingía ser un policía para arrestar jóvenes en las calles a quienes llevaba a su casa, violaba, torturaba, mataba y enterraba en su jardín. La policía se dio cuenta de los asesinatos cuando fue a investigar la desaparición de un joven y no pudieron soportar el olor putrefacto que la casa del payaso despedía. Al indagar en su patio desenterraron 28 cuerpos y después encontraron otros cinco cerca de su terreno. En su libro el asesino declara ser culpable, pero dice que no actúo en solitario e incluso escribió que fue víctima de los medios de comunicación y la policía.
Personas mentalmente inestables, corazones solitarios, corazones despiadados. La sangre era su motor y después la cambiaron por la tinta. Con motivos extraños e ideas aún más complejas de lo que podemos pensar, estas personas definitivamente son un caso peculiar que no se debe celebrar, pero sí estudiar, pues tal vez conociendo lo que ellos pensaban, se pueda encontrar una forma de frenar tan horribles actos. - See more at: http://culturacolectiva.com/de-la-sangre-a-las-letras-6-libros-escritos-por-asesinos-seriales/#sthash.xeVLgowN.dpuf
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