Para hacer las cuentas, en Literary Hub (quienes han hecho el estudio original), han partido varios parámetros. Por un lado, han cogido la esperanza de vida que queda por delante. La autora del estudio ha usado la calculadora de la Seguridad Social estadounidense (que es inquietante y sirve para estimar cuánto te queda de vida) para ver la estimación de vida que queda por delante a diferentes grupos demográficos.
Luego, ha cruzado esos datos con las medias de lectura (también estadounidenses) del Pew Research Center y los tres grupos de lectores que identifica, los lectores medios, los voraces y los superlectores (que leen 12, 50 y 80 libros al año). Con todos estos datos y separando lectoras de lectores (la esperanza de vida de las mujeres es mayor), ha hecho estimaciones de cuántos libros quedan por leer a diferentes grupos de población.
Estos son los resultados (las tablas son realizadas en Atlas por Quartz, muy útiles). Las dos tablas funcionan posicionándose en la edad indicando cuántos libros quedan por leer en cientos o en miles.
Esta es para mujeres. La primera tabla es para lectoras medias (las de 12), voraces la del medio (50) y superlectoras la última (80).
Esta es para hombres. La primera tabla es para lectores medios (los de 12), voraces la del medio (50) y superlectoras la última (80).
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