Nacer en una familia única y de ideas progresistas casi siempre convierte a alguien en una persona distinta. Si no, pregúntenle a los hijos de los escritores Alejandro Dumas y Stephen King, o a los de músicos como Bob Dylan o John Lennon. Todos ellos siguieron los pasos de sus padres y heredaron sus talentos, los cuales, los han catapultado al reconocimiento público o, por lo menos, a llevar una vida enfocada a la creación.
El músico Isaac Herschel, padre de Caroline y William Herschel, tuvo la visión de dar a sus hijos una educación que los forjara como hombres y mujeres de vasta cultura, capaces de distinguirse como sabios y que no tuvieran límites para conocer los secretos de la vida y el Universo.
Isaac dio a sus descendientes lecciones de música, astronomía e idiomas en una época en la que las mujeres tenían escasas posibilidades de recibir una formación amplia que las llevara a distinguirse más allá de sus labores en el hogar. Contrario a lo que deseaba la madre de Caroline, quien se conformaba con que su primogénita supiera lo necesario para casarse y hacerse cargo de las riendas de una casa. Si embargo, Caroline se opuso con fuerza a este destino.
La educación recibida por parte de su padre impulsó a los hermanos a hallar verdades más allá de este mundo: William descubrió el planeta Urano en 1781 y Caroline fue la primera mujer en descubrir un cometa en la historia de la ciencia. Más tarde descubriría siete más. Una parte fundamental en su vida, además de su padre, fue precisamente su hermano, quien la instruyó en matemáticas, astronomía e inglés.
Por si fuera poco, se convirtió en una gran soprano gracias a sus habilidades musicales. Tanto ella como su hermano tenían, en apariencia, un futuro prometedor en la música. Esto cambió debido al hallazgo de William, quien no pasó desapercibido para la corte de Inglaterra; fue contratado para que se pusiera a su servicio y nombrado Astrónomo Real.
A partir de ese instante, los hermanos Herschel cambiaron su residencia de su Hannover natal a Inglaterra, y juntos se dedicaron a estudiar el espacio comenzando una de las colaboraciones más prominentes de la astronomía. Realizaban invenciones de telescopios propios y catalogaban sus hallazgos. Los Herschel contaban con un observatorio personal desde el cual realizaban sus investigaciones. Lograron el hallazgo de estrellas dobles, galaxias y nebulosas. Gracias a su papel como asistente de su hermano, Caroline recibía un sueldo de parte de la realeza que le permitía vivir de manera independiente.
Su independencia daría un paso vital que la situaría en la lista de los grandes científicos de todas las eras. Fue el 1 de agosto de 1786 cuando Caroline realizó el hallazgo de un cometa. Fue la primera mujer en conseguirlo. Por desgracia, así como muchos colegas la reconocieron con efusividad, otros tantos menospreciaron el descubrimiento por el simple hecho de ser una mujer la responsable de tan importante hallazgo.
Caroline no bajaría los brazos ni se dejaría intimidar por los comentarios despectivos de aquellos hombres llenos de prejuicios. Sus conocimientos científicos eran tan grandes que la llevaron al descubrimiento de siete cometas más. Sin duda, las ambiciones de la señorita Herschel eran tan grandes como el mismo espacio que gustaba de explorar.
Tras
el fallecimiento de su hermano, en 1822, Caroline decidió regresar a su
natal Hannover. Seis años después recibió la medalla de oro de la Royal
Astronomical Society en reconocimiento por sus hallazgos. En 1835 fue
admitida como miembro de esta institución cuando contaba con 85 años de
edad. Más reconocimientos la esperarían: en 1846 recibió la Medalla de
Oro de la Ciencia, de manos del rey de Prusia, cuando tenía 96 años. Dos
años después, el 9 de enero de 1848, fallecía.
Su
legado continuó cuando en 1889 un asteroide fue bautizado con su
segundo nombre, Lucretia, y un cráter lunar fue nombrado C. Herschel.
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Su nombre se encuentra a lado de otros gigantes de la astronomía como Copérnico, Galileo y Kepler. La astronomía agradece que Caroline haya dejado la música para dedicar su talento a la observación del espacio. Así fue como ella venció al machismo y conquistó el espacio para ser recordada por siempre como una de las principales figuras en la historia de la ciencia.
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Su nombre se encuentra a lado de otros gigantes de la astronomía como Copérnico, Galileo y Kepler. La astronomía agradece que Caroline haya dejado la música para dedicar su talento a la observación del espacio. Así fue como ella venció al machismo y conquistó el espacio para ser recordada por siempre como una de las principales figuras en la historia de la ciencia.
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