El escritor que te hará adicto al sexo, las drogas y el desamor

Ben Brooks es un escritor nacido en Gloucestershire, Inglaterra en 1992. Tiene 24 años y ya tiene más de cuatro libros bajo el brazo. La relación a Bukowski no es arbitraria, ambos tocan temas como el sexo, el acohol y la soledad, solamente que Brooks lo hace con un enfoque fresco y dinámico que refleja a la perfección a la generación a la que pertenece pero misma de la que probablemente le gustaría distanciarse. escribió su primer libro, “Grow Up”, a los 17 años y lo publicó a los 19. Es más que nada una carta en la que narra sus temores acerca del amor y aunque para muchos parece ser una obra más obra de un escritor de alt-lit, fue publicada por la acidez y profundidad que llega a alcanzar. 



No se puede dudar del talento de Brooks para contar historias. En 2013 probó que iba en serio con la publicación de “Lolito” libro que lo lanzó a la fama internacional. La novela es narrada por Etgar, quien después de entrar al Facebook de su novia sin permiso y fingir ser ella, descubre que le fue infiel, cae un una espiral de depresión, autodestrucción y sexo virtual.



“Le tiemblan los ojos. Quiero dar un paso al frente y cogerle la cabeza y ponérsela contra la mía. Sé que no lo haré. Sé que creceremos y nos separaremos y seremos adultos y esto se convertirá en un pequeño capítulo de nuestras vidas, olvidado excepto en determinados días, bajo cierta luz; entonces este momento se elevará como un globo aerostático desde un bosque infinito”. 

Etgar es apenas un adolescente, pero junto a su novia (ahora ex) ha vivido cosas como la muerte de la madre de ella y abortos de los que prefieren reír en lugar de llorar. Ese dolor inabarcable que golpea con todas sus fuerzas cuando alguien te engaña es parte de lo que distingue la literatura de Brooks, pues en verdad logra describir esos días en los que tienes ganas de morir, pues al cerrar los ojos sólo puedes ver a quien decía ser el amor de tu vida teniendo sexo, mucho mejor que la forma en la que lo hacía contigo, con otra persona y además gozando mucho más.



Se dice que esta generación está enfrascada en las pantallas y ya no existen. Brooks lo pone de otro modo. Su protagonista es un fanático de la tele basura y de ver videos ultraviolentos en Internet, pero después de la traición comienza a entrar a chats en los que solamente espera que haya pervertidos, pedófilos y raros buscando masturbarse. Sin darse cuenta se encuentra hablando con una mujer mucho mayor que él y entre sexting y mentiras, poco a poco se va creando un lazo bastante honesto. 

“-No pares.
-Estás muy mojada. Como un lago.
-Mmm. ¿Te estás tocando?
-Sí.
-En la oficina. Eso me pone. He puesto el vibrador al máximo.
Un consolador de verdad.
Increible.
-Mi mano se mueve rápido.
Demasiado aburrido.
-Como si disparara al aire para celebrarlo. 
Demasiado.
-Sube.
-Vale.
-Bésame.
-Te estoy besando. 
-Noto mi sabor. Empújame encima del escritorio.
-Vale. Aprieto tu cara contra la mesa y te bajo las bragas hasta los tobillos.
-Fóllame.
-Te estoy follando.
¿Quién soy? Ya no soy yo. Yo no digo estas cosas. Me ha poseído un fantasma asqueroso y solitario”.

La narrativa del escritor es fluida y muy fácil de leer, incluso hay momentos en los que parecen más las confesiones de un adolescente que un texto literario. Pero no hay que menospreciar a Brooks, que a los 24 años tenga tal ímpetu y fuerza literaria solamente da esperanzas por los futuros libros que escribirá. “Hurra” es su última producción y esta comienza con una frase estremecedora: 

“-Para ya- dice mamá-. Deja de imitar a James Bond. El traje es para el entierro de tu hermana”. 



Con eso Brooks resume la esencia del trabajo: problemas familiares, muerte y cultura pop incrustada en los mejores ( o peores) momentos. Si en “Lolito”, Etgar es un adolescente que le pone Nesquik al vodka que bebe, en “Hurra” Daniel es un alcohólico más pesado que tiene novia pero incluso acepta que su relación es patética: