varios directivos de las firmas más potentes de la Gran
Manzana eligen los libros que más
les han interesado durante los últimos tiempos, y hay un
poco de todo: ensayo, novela y
mucha economía
–Dar y recibir de Adam Grant(Ediciones Gestión)
Resulta hasta cierto punto irónico que este best seller sobre el valor del altruismo figure entre las recomendaciones de directores financieros como Dave Seaburg de Cowen and Co., aunque al fin y al cabo, su objetivo es proporcionar una útil guía al éxito. El profesor de Wharton mantiene que convertirnos en donantes –esto es, buscar el beneficio de los demás y no sólo el nuestro propio– nos ayuda a escalar hasta la cima, por mucho que haya quien mantenga que los gilipollas siempre llegan más lejos.
–Delirios multitudinarios: la manía de los tulipanes y otras famosas burbujas financieras de Charles MacKay (Milrazones)
¿Preocupado por el hecho de vivir en manos de economistas que venderían a su madre por una acción rentable? No hay que preocuparse. McKay sugiere a través de tres relatos sobre especulación desbocada que tuvieron lugar entre 1635 y 1720 que las burbujas económicas no son algo propio del siglo XXI. Uno de los más divertidos seguramente sea el que hace referencia a la tulipomanía, un período de especulación con los bulbos de tulipán que dio lugar a una potente crisis financiera en los Países Bajos. El escocés MacKay publicó por primera vez el libro en 1841, y hoy en día es considerado un clásico de la literatura económica.
–El sueño del androide de John Scalzi (Minotauro)
Una de las pocas novelas de esta relación viene recomendada por Drew Matus, director de gestión de UBS Investment Bank. Cuenta la historia de Harry Creek, un funcionario del Departamento de Estado encargado de dar malas noticias a los embajadores alienígenas de la Tierra que se ve abocado a encontrar una legendaria oveja para salvar a la raza humana. Se trata de una heterodoxasátira de la diplomacia ideada por el ganador del premio Hugo en 2008.
–Memorias de un operador de bolsa de Edwin Lefèvre (Deusto)
Ya hablamos de este clásico de 1923 en otro repaso a los libros preferidos entre los financieros neoyorquinos. Se trata de la biografía de un tal Larry Livingstone, el alter ego que Lefèvre otorga al célebre Jesse Livermore, uno de los grandes financieros de los años 20 y a quien el autor retrata en una docena de artículos.
–El póquer del mentiroso deMichael Lewis (Alienta)
Aunque el periodista haya saltado a la fama últimamente por la adaptación a la gran pantalla deMoneyball o por su último trabajo,Flash Boys, su ensayo sobre lostraders de alta velocidad, este es el libro que comenzó a cimentar su fama. En él, Lewis explica en primera persona su paso por Salomon Brothers, inversora neoyorquina que protagonizó uno de los grandes escándalos financieros de la historia, y que a su vez también inspiró La hoguera de las vanidades de Tom Wolfe.
–Asustado: La vida y peligrosos tiempos del Steve Wynn, el Rey del Casino deLas Vegas de John L. Smith (DaCapo)
¿Se puede gestionar un banco como si fuese un casino, se puede dirigir un casino como si se tratase de un banco? Este libro recomendado por el director de gestión de Bear Stearns & Co. Jason N. Ader relata la historia del propietario del Bellagio, así como de otros centros como el Golden Nugget, el Mirage o el Treasure Island. El responsable del resurgir de Las Vegas en los años noventa es también uno de los coleccionistas de arte más poderosos del mundo. Sí, fue él quien dañó de un codazo El sueño de Picasso.
–Invencible de Laura Hillenbrand (Punto de Lectura)
Angelina Jolie ha adaptado al cine esta historia sobre Louie Zamperini, un bombardero de la Segunda Guerra Mundial y atleta que llegó a participar en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. La novela se centra en su odisea de 47 días en una balsa en mitad del Océano Pacífico y en su encarcelamiento en un campo de prisioneros japones. Zamperini falleció el pasado mes de julio a los 97 años.
–El juego del dinero de Adam Smith (Vintage)
Los estudiosos de la economía clásica se estarán preguntando cuál es este libro del creador del concepto de la mano invisible, pero no, este es otro Adam Smith. En concreto, un escritor que observó durante años a los trabajadores de Wall Street y convivió con ellos con el objetivo de depositar sus andanzas en un divertido libro que molestó a unos cuantos gerifaltes del distrito financiero.
–¿Existe la suerte? Engañados por el azar de Nassim Nicholas Taleb(Paidós Transiciones)
Aunque el ensayista y financiero libanés saltase a la fama con El cisne negro, unos años antes ya había advertido al hombre (especialmente, al de negocios) la facilidad con la que confunde la suerte con sus propias habilidades. Una tesis que retomaría poco después en el ya citado libro y enAntifrágil: las cosas que se benefician del desorden (Paidós Ibérica), como explicó a El Confidencial.
–Hundiendo la casa: la historia de los seis estudiantes del MIT que asolaron Las Vegas de Ben Mezrich (Atria Books)
Uno de los dos libros de Mezrich de la lista –el otro es Ugly Americans, sobre un grupo de estudiantes que desarrollaron una teoría económica con la que forrarse en el mercado asiático–, este volumen cuenta la historia de los jóvenes que despumaron los casinos de Las Vegas, como ya explicamos en un previo artículo.
–Cuando los genios fallaron: auge y caída de Long-Term Capital Managementde Roger Lowenstein (Random House)
El biógrafo de Warren Buffett narra en este “clásico”, como lo considera el fundador de Risk Revesal Dan Nathan, la historia del fondo de inversión LTCM, fundado en 1994 por John M. Meriwether y rescatado a finales de los noventa por la Reserva Federal tras perder 4.600 millones de dólares en cuatro meses. ¿Adivinan de qué empresa procedía el enigmático Meriwether? De nada manos que de Salomon Brothers. Sí, la compañía retratada por Lewis en El póquer del mentiroso.
–¿Dónde están los yates de los clientes? Un buen vistazo a Wall Street de Fred Schwed Jr. (Wiley)
Publicado en los años cuarenta del siglo pasado, este libro consigue “capturar la locura en el corazón del negocio financiero”, en propias palabras de Michael Lewis. Con un gran sentido del humor, Schwed expone la hipocresía de Wall Street, un lugar en el que “los brokers se enriquecen mientras sus clientes se arruinan”. El título hace referencia a la interrogación de un visitante de la Gran Ciudad que, ingenuamente, se preguntó después de ver las posesiones de los banqueros dónde estaban las de sus clientes. Qué mejor que este mordaz volumen para concluir este listado
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