sábado, 1 de abril de 2017

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Libros que afectarán la autoestima de cualquier mujer

En la pantalla grande es, por supuesto, mucho más fácil de advertir; en las chick flick se muestra con regularidad un velado desprecio por las mujeres en el poder o al mando de sus direcciones y sumidas al interior de lo que aparentemente se conoce como la felicidad verdadera: un matrimonio seguido por la maternidad. Dicho género del cine y otros accidentes en la industria sin catalogar lo demuestran con transparencia, desde la II Guerra Mundial se ha tratado de devolver en el imaginario y con dirección al hogar a cuanta mujer decida entrar a una sala de proyección.

En esa cultura popular tan efectiva al comunicar valores sociales y “sabiduría general”, justo en su garantía de entretenimiento, se cuelan mensajes que ni siquiera notamos que están allí, escurriendo del celuloide y a cada cuadro con el padrinazgo de los mitos griegos o los cuentos de hadas para su cometido. ¿Cuál? Contar historias sobre el amor, el sexo y el género, que formen un criterio capaz de sostener el orden que tanto adoramos aunque no sea benéfico para todos. Y en esa tarea el único culpable no es el cine, también está la literatura, bien inmiscuida en tales empresas.

La chick lit –como se conoce a la novela de treinteañera, sentimental y devastada– es al final del día una herramienta más que en un aura de reivindicación, empoderamiento, aliento y rebeldía, regresan a desenlaces donde el amor es la llave mágica para la satisfacción, la familia es insustituible cuando se persigue el sentido de la vida y la perfección anatómica es alcanzable, vale la pena en cualquier sentido.

Según un estudio del instituto norteamericano Virginia Tech, liderado por Robert G. Magee y Melissa J. Kaminskyla chick lit que contiene protagonistas que expresan sentimientos negativos hacia su cuerpo influencian a sus lectoras sobre cómo deben percibir su atractivo o su propio peso, además del modo exacto para juzgar seriamente sus decisiones de soltería. Es muy divertido ver a Bridget siendo esa desastrosa solterona pero, ¿queremos vivir esa misma comedia al cumplir los 40? ¿Perseguimos un peso exagerado o idolatramos la entrega fallida en sus dietas y rutinas?

En el ejercicio de su investigación, ambos especialistas modificaron un par de novelas “para chica” y en las diversas lecturas que cada versión suscitó, algunas más dramáticas que otras, encontraron que el público femenino al leer sobre mujeres delgadas se sentía sexualmente menos atractivo, y al repasar las vivencias de una protagonista insegura éste se preocupaba más por su peso. Su conclusión: las representaciones textuales del autoestima corporal tienen un impacto severo sobre las preocupaciones de peso en las lectoras, posiblemente porque estas novelas permiten indagar en la mente de sus protagonistas, leer sobre sus pensamientos más íntimos y exaltar sus flaquezas ocultas en el aparente brío por no preocuparse al respecto; la empatía con la satirizada perdedora termina por guiar la autodestrucción de lo que se pensaba proteger y es allí donde caemos una vez más a la espiral de insatisfacción.

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