Al margen de la atracción que se genera a través de las feromonas, el contacto físico o las características conscientes que se perciben luego de iniciar una conversación, el primer indicativo que orienta al cuerpo humano para descubrir si alguien es lo suficientemente atractivo es el rostro.
A través de la cara, los humanos y todos los mamíferos expresan –aún inconscientemente– sus emociones. Una persona lo suficientemente observadora puede determinar si alguien que conoce está feliz, enojado, ansioso o deprimido con sólo mirarlo por unos instantes. La capacidad cognitiva para reconocer patrones de rostros y generar empatía es una habilidad compartida por la mayoría de animales, con un grado mayor o menor de asertividad.
En el caso de la especie humana, se trata de un mecanismo desarrollado a través del intrincado proceso de evolución durante miles de años. Es una de las formas que la naturaleza ingenió para mantener en plenitud el ciclo reproductivo y continuar con su legado sobre la Tierra: sin importar el sexo, los rostros con simetría con respecto al tamaño y la forma del mentón, los ojos, labios, pómulos y nariz determinan cuán atractiva puede parecer una persona.
Investigaciones de la Universidad de Kent en el Reino Unido, aseguran que esto se debe a un análisis detallado que el cerebro realiza sobre todos quienes nos rodean, en busca de un compañero ideal para procrear. El criterio definitivo que rige la atracción es la salud; por encima de todo lo demás, los genes tratan de encontrar a una persona con características inmunológicas distintas y elevadas. Una de las señales más evidentes es la simetría de la cara en contraposición a malformaciones, tumores y dolencias que desfiguran un rostro sano.
Internet no sólo domina tus relaciones sociales, sabe de tu interacción, las páginas que visitas con más frecuencia y cada uno de los datos, imágenes y videos que en cualquier momento de tu vida has subido a la red. Ahora, también tiene la capacidad de descubrir si el usuario es una persona agraciada o bien parecida.
Se trata de PrettyScale, una aplicación que permite conocer cuán atractivo eres según tus rasgos faciales. A través de un patrón digital que concentra cada uno de los resultados de simetría del estudio de la Universidad de Kent, la página web crea un patrón que debes rellenar con una imagen frontal de tu rostro, con opción de cargar una fotografía de tu biblioteca o bien, hacer una con tu cámara web.
Una vez que hayas colocado el rostro sobre el molde, debes seleccionar los principales puntos que determinan si existe una relación positiva (simetría) a cada lado de tu cara. Las comisuras externas de los labios, la prominencia del mentón o el sitio donde comienza el cabello, cada dato funciona para llevar a cabo un análisis detallado sobre tu rostro comparado con la “figura perfecta”, totalmente simétrica.
Después de intentarlo, podrás conocer los resultados y descubrir en un rango del 0 al 100 % qué tan atractivo eres según la regla de la simetría, especificando los detalles, defectos o virtudes de tu rostro y cómo colaboran o afectan a la percepción de tu belleza según la ciencia. ¿En verdad eres tan atractivo como crees, o solamente se trata de un sesgo personal que funciona como un método de salud mental y autoestima? Compruébalo ingresando a Pretty Scale
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