sábado, 3 de diciembre de 2016

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El mejor truco para recordar todo lo que lees

¿Cuidas tanto tus libros que cuando alguien te los pide prestado, después de dudarlo por un momento, accedes y le ruegas que no los maltrate? Si hubieras tenido la oportunidad de prestarle un libro a Isaac Newton, quizá te los hubiera regresado doblados, llenos de apuntes y hasta deshojados.



Isaac Newton es conocido por ser quien, a partir de la caída de una manzana en 1666, teorizó uno de los principios elementales de la naturaleza: la gravedad. La anécdota narra que mientras Newton estaba sentado bajo un árbol, una manzana cayó de una rama y al golpearle en la cabeza, a éste le surgió la inspiración sobre el teorema. Como anécdota es interesante, pero sólo es el principio de algo que duró más de 20 años de trabajo intenso, lecturas, anotaciones y muchas hojas dobladas. Dicho trabajo terminó en 1687, cuando publicó la obra más determinante de su carrera como pensador, The Principia: Mathematical Principles of Natural Philosophy.

Gracias a una publicación de la Royal Society of London, podemos conocer un poco sobre los hábitos de lectura del genio que teorizó la gravedad. De igual forma, existe un libro llamado The Library of Isaac Newton, escrito por John Harrison, en el que puedes consultar ampliamente más sobre las lecturas y hábitos que hicieron de Newton, el padre de la Física Clásica.

Basándonos en los dos textos mencionados anteriormente, te presentamos una serie de manías del autor con sus libros, mismos que le ayudaban a recordar todo lo que leía.


Doblar las esquinas de sus libros:

Se puede dividir a la personas en dos grupos: los que sí doblan las hojas para marcar dónde se quedaron, y los que por nada del mundo osarían a doblar una página. Newton acostumbraba a doblar las esquinas de las páginas de sus libros; ya sea la inferior o la superior dependiendo la necesidad; en primera instancia y como muchos de nosotros, para no perderse a la hora de cerrar el libro. Lo interesante es el segundo uso que le daba al doblez. Doblaba la hoja perfectamente, haciendo que la punta señalara lo más importante de esa página, como se explica en la foto siguiente.





Como se observa, la punta da directamente a la frase “rigth angle at the center of the circle, to find x.”. El método para codificar y clasificar las partes que le parecían relevantes a Newton es muy útil y ayuda a identificar palabras o frases de una página determinada. En caso de necesitar marcar algo de la página siguiente, es decir, el anverso de la hoja, Newton sólo necesitaba doblarla hacia el otro sentido, y la marca característica que se hace al doblar un papel, servía como guía.


Tomar notas dentro de los libros:

Al igual que doblar hojas, mucha gente no acostumbra a escribir en los márgenes de sus libros y prefiere hacer anotaciones en hojas por separado o cuadernos. Newton era alguien que siempre estaba generando ideas, por lo tanto aprovechaba cualquier espacio en blanco para escribir, tomar notas y hacer observaciones sobre el texto.




Se sabe que además de escribir en sus libros, también tenía hojas de anotaciones perfectamente sistematizadas, en las que pudieron haberse creado la mayoría de sus propuestas.


No temía dañar un libro

Como se podrá ver a lo largo de este texto, el autor no tenía miedo a que sus libros se maltrataran, pues no era algo que le preocupara en absoluto. A pesar de eso, varios de los volúmenes que poseía aún están completos, como se puede ver en las fotos.

1 comentario:

  1. Sin embargo, eso no garantiza que se recuerde todo lo que se lee. Quizás le queda mejor al articulo ´no tengas miedo de de un libro, tu libro´ o algo así...

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