lunes, 25 de julio de 2016

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8 tipos de lectores con los que puedes encontrarte en una librería

Pasado y presente se unen en un solo objeto. Sobreviven las anécdotas de vidas extintas través de los libros, la única forma que encontró el humano para alcanzar la inmortalidad. Si se quiere saber cómo era la vida al inicio de los tiempo basta hojear, por ejemplo, la epopeya de Gilgamesh, magnífico relato sobre el primer superhombre, escrito hace más de 4000 años. En cambio, para conocer las respuestas del presente convendría dar un pequeño brinco hacia atrás y leer a Rulfo, Pérez Galdós o Unamuno; autores que escribieron con una visión profética, relatando situaciones extraordinarias que poco a poco se transforman en verdades.

No todos tienen la habilidad de escribir, pero sí la de leer. La historia la construyen las personas que dominan la pluma, los demás se convierten en espectadores. Si leemos es porque tenemos un enorme deseo de conocer paisajes sublimes no irrisibles, como existen fuera de los libros. A eso se debe el ansia de hojear unas páginas a cada tanto. Despacio o como un torbellino; de corrido o por tiempo, la lectura está presente durante toda la existencia y más vale satisfacerla que de ahí nacen los sueños que motivan los actos.

Ya hablando de los lectores, este es el intento por describir los diferentes tipos que hay. Todos leemos, pero lo hacemos de distintas maneras, así como lo dicta nuestra personalidad y carácter. Si desciframos por qué leemos así,  podríamos utilizar esta descripción como una forma de conocernos a nosotros mismos. Quizá el leer como un maniaco devoralibros demuestre justamente quiénes somos; tal vez las personas que postergan sus lecturas hasta el olvido sean igual de insípidas en su vida diaria.

A continuación un intento de clasificación:



Lector por obligación

tipos de lectores por obligación

Generalmente es un estudiante u oficinista que sólo lee un par de libros al año. Lo hace porque el trabajo o la escuela se los exige, aunque en realidad no tenga genuino interés por conocer. Lee los textos en sus tiempos libres, los cuales son muy cortos pero constantes. Está en la parte más baja de la escala lectora porque una vez que una figura de autoridad deja de pedir lecturas, nunca más vuelve a agarrar un libro.


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Lector por interés

tipos de lectores por interés

Un paso más arriba se encuentra el lector interesado. Como su nombre lo indica, se acerca a los libros para obtener un beneficio propio, una mejoría directa en su vida.  Generalmente lee manuales para aprender un conocimiento práctico y positivista. También se acerca a los extraños textos que quieren orientar las formas de vida con narraciones inverosímiles que tratan de aleccionar sobre algo que ni él mismo entiende. Como estas personas necesitan continuamente ayuda externa en sus vidas, sus lecturas superan en número a las del lector por obligación. Claro, la mayoría de sus libros son inservibles.



Lector recomendado

tipos de lectores por recomendación

También se le puede llamar el “lector desorientado”. Esta personas libera su instinto de la lectura, necesita hojear un libro continuamente, sin embargo, aún no termina de abrir los ojos y elige textos que deberían estar en un bote de basura. Su librero está lleno de recomendaciones vacías de sus amigos que están en las escalas inferiores. Su género es el best-seller.



Lector rompecabezas

tipos de lectores por rompecabezas
Aquí están los 10 libros que puedes leer en menos de una hora. 

Le gusta leer varios libros a la vez y de diferentes géneros. Brinca de la filosofía a la novela erótica, deteniéndose en el ensayo o en el cuento. Generalmente carga con 3 libros o más en su bolsa y cuando olvida alguno, se siente incompleto. Visita constantemente las librerías, buscando siempre nuevos temas que ordenen la tormenta que se desarrolla en su mente. Por la diversidad de temas, su pensamiento se parece a un rompecabezas.



Lector compulsivo

tipos de lectores compulsivo

Ama la lectura. Cada que visita las librerías compra algún ejemplar a pesar de tener cinco libros pendientes. Siente un placer al buscar libros nuevos, soñando que algún día va a leerlos todos. Su biblioteca es cada vez más grande y compleja, siendo un reflejo de su mente, porque si hay alguien que puede reflexionar sobre la vida, es él.



Lector crítico



Es un lector quisquilloso, ningún argumento lo satisface por completo. Busca libros específicos, las pequeñas joyas de la librería huyendo de los materiales comunes que tanto desprecia. Su crítica es deconstructiva, es decir, no se conforma con realizar observaciones genéricas, sino que analiza el argumento desde una perspectiva fría y calculadora. Es un lector constante, responsable y entregado.



Lector descuidado

tipos de lectores descuidado

Siempre pierde el separador y por tanto, anda brincando entre páginas, personas y capítulos. Su forma de leer es el reflejo de su vida: un encantador y mágico desastre. Es común que olvide dónde dejó su libro y  constantemente se le vea preguntando por su paradero a las personas que lo rodean. Es apasionado y distraído. La gente lo ve como un ser ingenuo e inocente, pero cuando llega el momento de leer, lo hace de manera apasionada.



El lector atrasado 



Quiere leer muchas las historias. Compra los libros y al llegar a casa los coloca sobre el mueble. Pasan los días y por fin se decide a agarrar el primer ejemplar. Su lectura es lenta porque tiene un montón de obligaciones en la vida diaria. Al final termina retrasándose de sus lecturas y sólo le queda soñar que algún día las completará. 

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