jueves, 26 de mayo de 2016

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Desde 1910 sabían que te volverías adicto a internet



“Estaba el botón de baño frío. Estaba el botón para obtener literatura. Y estaban por supuesto los botones por los cuales se comunicaba con sus amigos. Pese a que la habitación no contenía nada, la ponía en contacto con todo lo que a ella le importaba en el mundo”.

1910. Henri Farman había hecho el primer aterrizaje seguro en una aeronave solamente dos años antes, la Primera Guerra Mundial, con sus mejoras tecnológicas que amenazarían inminentemente la seguridad mundial, estaba a pocos años de suceder y el futurismo inundaba el mundo del arte, comenzando por Italia. 1910 fue el año en que el escritor E.M. Forster publicó el cuento llamado “La maquina se detiene” en el que todas su preocupaciones acerca de la tecnología y el futuro de la humanidad se vieron plasmadas.

Hace más de 100 años el escritor inglés describió con gran precisión la era de Internet, el mundo virtual y los cambios que nuestra forma de interactuar tendría con otras personas. Incluso se podría decir que fue el primero en predecir Skype, la plataforma para llamadas virtuales. En su cuento, una madre y un hijo toman el papel protagónico. Situados en una habitación hexagonal “como la celda de una abeja”, la familia vive frente a un monitor en el que la mayor parte de su vida se desarrolla. No hay muchas salidas al exterior, pues una catástrofe ha terminado con el mundo como lo conocemos y ahora es en esos cuartos  y por medio de máquinas que el hombre subsiste, se entretiene, se desarrolla y transforma.
“La mujer presionó un interruptor y la música se detuvo.
‘Supongo que debo ver quien es’, pensó, y puso su silla en movimiento. La silla, como la música, era accionada por una maquina que la desplazo hacia el otro lado de la habitación donde el timbre todavía sonaba de forma inoportuna.
‘¿Quién es?’ exclamó. Su voz estaba crispada, había sido interrumpida en varias ocasiones desde que la música había comenzado. Ella conocía a varios miles de personas, en algunos sentidos, la interacción humana había avanzado mucho”.

Puede parecer algo común hoy, pero en esa época la mayoría de la gente no poseía teléfonos, por lo que las predicciones de Forster, si en ese momento no fueron impactantes y el cuento se trató como uno más entre los miles que se publicaban al año, hoy sí es digno de recordar y leer, pues además de haber sido preciso en el detalle con el que narró nuestra vida actual, lo hizo de forma sombría y alarmante. Nunca muestra una especie de orgullo por mostrar una sociedad absorbida por la tecnología, más bien parece una alarma acerca de lo que esta relación podía llegar a transformarse

“La Máquina es mucho, pero no lo es todo. Veo algo como tú en esta placa, pero no te veo a ti. Oigo algo como tú en este teléfono, pero no te escucho a ti. Por eso es que quiero que vengas. Ven a visitarme,  para que nos podamos ver cara a cara y hablar de los anhelos que tenemos en nuestras mentes”. 


Un futuro sombrío vuelto realidad. Nos puede parecer más gracioso que mesiánico, pero ¿qué significa eso para nuestro futuro? Hoy existen muchas obras que han hablado del futuro por lo que es imposible creer que todos puedan volverse realidad, pero analicemos un poco la idea. En 1983 “Videodrome” fue estrenada en cines y la idea de “la nueva piel” fue introducida en nosotros. Una fusión del cuerpo físico con la máquina (en ese entonces el mayor estupefaciente tecnológico era la televisión). A lo largo de dos horas vemos cómo el protagonista poco a poco deja de entender la realidad física por una ficción televisiva, hasta que él se convierte en una especie de híbrido hombre/máquina. 

Otro ejemplo es el de la novela posmoderna de David Foster Wallace “Infinite Jest“. En la magna obra del escritor estadounidense los años ya no tienen números, sino que cada ciclo de 365 días recibe el nombre de una empresa patrocinadora. Al ritmo en el que las empresas y no los gobiernos están lidiando con las situaciones sociopolíticas puede que pronto nos encontremos en “El año del Whooper” o “El año de la gratitud”.  


) la tierra era exactamente igual en todos lados. El intercambio veloz, del cual la civilización anterior estaba orgulloso, había terminado por derrotarse a si mismo. ¿Cuál era el sentido de ir a Pekín cuando este era igual a Shrewsbury? ¿Porque regresar a Shrewsbury cuando todo sería igual a Pekín? Los hombres rara vez movían sus cuerpos: Todo el movimiento estaba concentrado en el alma”.
Alienación más allá de libertad. Forster predijo muchas cosas en “La máquina se detiene” y en 2016 debería ser una lectura obligatoria. Aquí puedes leer una traducción del cuento y así entender que las artes muchas veces pronostican y advierten acerca de peligros por venir y que está en nosotros escuchar a la voz de la razón. 

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