Gabriel García Márquez, Isabel Allende,
Laura Esquivel y tantos otros escritores sudamericanos tienen una forma
de contar realmente fascinante y que recibe el nombre de realismo
mágico. La capacidad de representar la irrealidad como algo habitual,
conocido y posible le valió a Gabriel García Márquez (Aracata, 1927- Ciudad de México, 2014) el premio Nobel de Literatura en 1982 y una de sus obras cumbre es Cien años de soledad
de la que se ha hablado mucho pero que lo mismo que otras obras de
arte, nunca se dice todo y por eso hemos articulado hasta doce datos
realmente sorprendentes para recordar esta gran obra.
1. Tardó quince años en escribir el libro, no dieciocho meses como se aseguró en un primer momento.
2. Macondo era el nombre de una finca bananera cercana a Aracata, su pueblo natal. Aunque siempre aseguró que es un pueblo imaginario concebido como una utopía pero que acaba desapareciendo por completo.
3. La muerte y la guerra son dos temas fundamentales del libro gracias a su abuelo.
El abuelo paterno del escritor huyó a Arataca tras matar un hombre en
un duelo y también participo en la Guerra de los Mil Días.
4. En una primera versión el coronel Aureliano Buendía lleva a su hijo a ver por primera vez un camello, no a conocer el hielo.
5. El episodio donde Remedios la Bella se eleva hasta al cielo mientras estaba doblando sábanas es cierto,
en parte. El escritor colombiano tenía una hermana que se fue a vivir
con un hombre sin estar casada y cuando los vecinos preguntaban por ella
la familia contaba que “estaba doblando sábanas y se voló”, porque les
daba vergüenza decir la verdad.
6. García Márquz fue un gran admirador del poeta nicaragüense Rubén Darío los dos compartieron la experiencia de conocer el hielo en la niñez gracias a su abuelo y a su padre, respectivamente.
7. El personaje del coronel Aureliano Buendía se basa en el Che Guevara y en el abuelo del escritor, Nicolás Márquez que también fue coronel.
8. Gabriel García Márquez se crió con sus abuelos y sus tías en una gran casona,
retrato fiel de la casa donde se fundó la estirpe de los Buendía y que
al escritor las mujeres le transmitieron la visión intimista, hogareña y
repleta de fantasma que reflejó en el libro
Aracataca, ese es el pueblo natal de Gabo...
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