Manual para ser un romántico empedernido

¿Cuál es la magia que existe detrás de dedicar una canción? Puede sonar bastante simple, pero va más allá de tomar canciones ajenas. Rescatamos un concepto, una unión de lírica que crea la idea del amor según nuestra perspectiva. Podemos relacionarnos con cientos de canciones de amor y todas tendrían un sentido diferente. Lo fantástico es la manera en cómo los cantautores parecen hablar otro idioma cuando expresan sus ideas. No hablan como lo hacemos comúnmente, sino que acceden a un vocabulario cósmico que podría significar mucho más que simples definiciones.

La técnica que existe en la mayoría de las canciones de amor, ya sea hacia un individuo, hacia el mundo o la naturaleza es la misma que se siguió durante gran parte de la época del Romanticismo. Los autores tienen libertad ante cualquier regla de literatura, pero además de eso, una percepción muy sensible de su entorno y a partir de ello nacen descripciones de ensueño.

En la actualidad notamos que algunas técnicas románticas son vistas con burla, pero no hay motivo para abandonar ese tipo de creencias. La creación por medio de la inspiración es el centro del romanticismo literario y gracias a eso explotamos todas nuestras ideas sin importar que suenen chocantes o demasiado cursis.

Ser un romántico pasional no implica más que dejarse llevar por la belleza y las maravillas que cruzan nuestra mente cuando nos encontramos inspirados. Y ya que el objeto de anhelo principal de los creadores son sus musas, el amor sólo nos puede llevar un paso más a asemejarnos a Goethe, Keats o hasta Edgar Allan Poe. Para hacerlo y convertirse en un verdadero sensiblero como ellos, es necesario leer a los grandes de la literatura de ese fantástico periodo.

Los siguientes son citas de autores esenciales para que cualquier romántico empedernido se adentre en el mar de conmociones que significa leer este tipo de obras.

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“Puedes dar sin amar, pero no puedes amar sin dar. Los grandes actos de amor son hechos por aquellos que habitualmente tienen gestos de bondad. Perdemos en la misma extensión que amamos. El amor es saber que incluso cuando estás sólo, no volverás a estar sólo otra vez. Y la gran felicidad de la vida es la convicción de que somos amados. Amados por nosotros mismos e incluso amados a pesar de nosotros mismos”.
– Victor Hugo 

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“Debo, entonces, repetir continuamente que estemos siempre separados –y aún así, mientras respire y piense, debo amarlo”.
– Charlotte Bronte

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“Si todo lo demás muriera y él siguiera de pie, yo continuaría existiendo; y si todo lo demás se sostuviera y él fuera aniquilado, el universo se convertiría en un extraño poderoso. Yo no sería parte de él”.
-Emily Bronte

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“Perforas mi alma. Soy mitad agonía, mitad esperanza. Dime que aún no es tarde, que aún no se van aquellos preciosos sentimientos. Me ofrezco a ti de nuevo con un corazón aún más tuyo que cuando casi lo rompiste, hace ocho años y medio. No te atrevas a decir que el hombre olvida antes que la mujer, que su amor tiene una muerte más temprana. No he amado a nadie más que a ti”.
-Jane Austen

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“Ella es un peligro mortal para todos los hombres. Es hermosa sin saberlo y posee encantos que no percibe. Es como una trampa hecha por la naturaleza, una rosa dulce y perfumada en cuyos pétalos Cupído se esconde para hacernos una emboscada. Cualquiera que la haya visto sonreír conoce la perfección. Ella imprime gracia en cualquier elemento común y divinidad en todos sus gestos descuidados. ¡Venus en su caparazón nunca había sido tan encantador y Diana en el bosque nunca tan agraciada como mi dama cuando cruza por Paris!”
– Edmond Rostand

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“Sé mi alma. No puedo comer, beber ni dormir; ni, lo que es peor, amar a ninguna otra mujer en el mundo aparte de ella”.
– Samuel Richardson 

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“En vano he luchado. No funcionará. Mis sentimientos no serán reprimidos. Me debes permitir decirte cuán ardientemente te admiro y te amo”.
– Jane Austen

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“Una vida alegre es lo que las musas aman, un altísimo espíritu es su principal deleite”.
– William Wordsworth

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“Avanza hacia la luz de las cosas, deja a la naturaleza ser tu maestra”.
-William Wordworth

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“La belleza es verdad, la verdad belleza, eso es todo lo que sé en la tierra. Eso es todo lo que necesito saber”.
 – John Keats

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“Estoy seguro de nada, excepto de la santidad de las aflicciones del corazón y la verdad de la imaginación”.
– John Keats

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“La energía es un eterno deleite, y aquél que desea pero no actúa, engendra pestilencia”.
– William Blake

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“El árbol que conmueve a algunos hasta que lloran de alegría, a ojos de otros es sólo una cosa verde que se interpone en el camino. Algunos ven la naturaleza ridícula y deforme… y otros ven a la naturaleza pocas veces. Pero a ojos del hombre imaginativo, la naturaleza es en sí una imaginación”.
– William Blake

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“Existe placer en los bosques sin caminos, hay éxtasis en la playa solitaria, hay sociedad donde nadie habita, por el profundo mar y la música en su rugido; amo no poco al hombre, pero más a la naturaleza”.
– Lord Byron

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“Tengo grandes esperanzas de que nos amaremos todas nuestras vidas como si nunca nos hubiésemos casado”.
– Lord Byron

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“Todos días deberíamos escuchar al menos una pequeña canción, leer un buen poema, ver una imagen exquisita y si es posible, pronunciar unas cuantas palabras sensibles”.
– Johann Wolfgang von Goethe

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“Ésta es la sabiduría más grande que poseo: la libertad y la vida se ganan por aquellos que los conquistan todos los días de nuevo”.
-Johann Wolfgang von Goethe

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“No existe felicidad ni miseria en el mundo; existe sólo la comparación de un estado con otro, nada más. Aquél que ha sentido la pena más profunda experimentará de mejor manera la felicidad suprema. Debemos sentir lo que es morir, para apreciar los placeres de la vida”.
– Alexandre Dumas

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“La vida es una tormenta, mi joven amigo. Disfrutarás la luz del sol en un momento y estarás hecho pedazos en las rocas al siguiente. Lo que te convierte en un hombre es la forma en que reacciones cuando la tormenta esté cerca”.
– Alexandre Dumas

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“Un poeta es un ruiseñor que se sienta en la oscuridad y canta para animar su propia soledad con dulces sonidos”.
– Percy Bysshe Shelley