Aunque muchos aseguran que los sueños son simples proyecciones desordenadas de nuestros más recientes recuerdos, yo creo que son pedacitos de futuro mezclados con nuestro presente, son reflejos del alma, son nuestros mayores secretos a color y también son todas las sensaciones que nos faltan por descubrir.
Los sueños son una historia fugaz en la que todo es posible, pero también son nuestros miedos más profundos revueltos en una maraña de personajes extraños que conforman nuestras pesadillas. Son nuestros deseos reales, los cuales sólo podemos cumplir cuando cerramos los ojos. Y aún siendo tan maravillosos, no podemos contener ninguna de estas historias con nosotros, sabemos que existen pero desaparecen, las hemos visto pero de todas formas las olvidamos.
A todos nos encanta soñar, pues hasta las más oscuras de nuestras pesadillas nos pueden ayudar a comprender y valorar nuestra realidad, sin embargo, pareciera que en cuanto abrimos los ojos todo se vuelve humo, se disipa y se pierde en la inmensidad. O al menos era así hasta antes de que un grupo de científicos inventaran una máquina que permite grabar nuestros sueños para que nos sea posible repetirlos en la lucidez.
Gracias a la innovación tecnológica de un grupo de científicos japoneses hoy será posible que, a través de una máquina de IMR (Imagen de Resonancia Magnética), los seres humanos podamos grabar nuestros sueños mientras estos ocurren dentro de nuestra mente, para que al despertar sean reconstruidos por el complicado funcionamiento de este invento que reestructura los patrones captados a través de este impresionante artefacto que tiene la intención de develarnos lo que aparece en nuestra cabeza cuando dormimos en forma de imágenes que podremos conocer de manera tangible.
Este aparato parece ser la solución a la preocupación general de olvidar nuestros sueños a la mañana siguiente, pues los creadores de la máquina de IMR aseguran que a través de ésta se puede interpretar la actividad que nuestra mente lleva a cabo durante las etapas de la vigilia, pues dentro de todo este movimiento se encuentran los sueños, los cuales son registrados por la herramienta japonesa para ser descifrados.
El proceso mediante el que los datos de algún sueño son recopilados para poder ser interpretados se basa en una serie de algoritmos programados en la máquina de IMR que reconstruyen cada trazo de la mente para después proyectar de manera visual esta recreación. La manera en que los sueños se pueden visualizar, una vez que hayan sido analizados por esta máquina, son como objetos, paisajes, nombres o palabras que, de manera consistente, los algoritmos relacionan con patrones neuronales que corresponden a ciertas cosas.
Por ejemplo, si en tu sueño aparece una silla, tu mente reaccionará con cierto patrón y todas las veces que la imagines o la visualices el patrón será el mismo. Los algoritmos de esta máquina logran captar, reconocer e interpretar estos patrones para definir que una de las tantas actividades de tu mente durante alguno de tus sueño se refería a una silla; así con cada uno de los elementos que conforman tus sueños.
Por otro lado, el invento ha logrado capturar los sueños de manera correcta únicamente el 60 % de las veces, pero aún así muchos consideran que este paso científico es una nueva y extraordinaria forma de comprender la mente humana.
El procedimiento para llevar a cabo la lectura de un sueño inicia cuando un candidato es analizado en primer lugar mediante un electroencefalograma (EEG), después cuando el sujeto se encuentra dormido y conectado a la IMR, los científicos utilizan la lectura del EEG para identificar las distintas etapas del sueño que esta persona atraviesa hasta llegar a la etapa de lo sueños.
Una vez que el voluntario despierta se comienza a analizar la información obtenida. Cabe mencionar que para obtener la mayoría de algoritmos posibles los sujetos a los que se les aplicó el estudio se sometieron aproximadamente 200 veces a este procedimiento. La razón de estas repeticiones va ligada al objetivo de obtener una correlación entre los patrones cerebrales y la actividad que haya logrado captar la “máquina de sueños” a lo largo de cada lectura.
Finalmente, una vez que se hayan interpretado los patrones por medio de distintos algoritmos, la máquina comienza una búsqueda en Internet para encontrar los objetos que correspondan al sueño de cada sujeto. Estos objetos son imágenes que la IMR escanea para producir un video que básicamente crea una minipelícula en crudo que resume cada sueño.
A pesar del gran descubrimiento, los autores de este gran invento aseguran que el prototipo IMR aún se encuentra en una fase “rudimentaria”, pues el resultado visual del compilado de imágenes a manera de cortos y elementales videos es el inicio de los que ellos aseguran será una máquina de predicción de los sueños, la cual desarrollarán y mejorarán cuando logren mejorar la definición de los algoritmos que interpretan cada sueño, algo que no sólo ayudará a entender la mente mientras un individuo duerme, sino para comprender todos los misterios que ésta esconde.
Este aparato parece ser la solución a la preocupación general de olvidar nuestros sueños a la mañana siguiente, pues los creadores de la máquina de IMR aseguran que a través de ésta se puede interpretar la actividad que nuestra mente lleva a cabo durante las etapas de la vigilia, pues dentro de todo este movimiento se encuentran los sueños, los cuales son registrados por la herramienta japonesa para ser descifrados.
El proceso mediante el que los datos de algún sueño son recopilados para poder ser interpretados se basa en una serie de algoritmos programados en la máquina de IMR que reconstruyen cada trazo de la mente para después proyectar de manera visual esta recreación. La manera en que los sueños se pueden visualizar, una vez que hayan sido analizados por esta máquina, son como objetos, paisajes, nombres o palabras que, de manera consistente, los algoritmos relacionan con patrones neuronales que corresponden a ciertas cosas.
Por ejemplo, si en tu sueño aparece una silla, tu mente reaccionará con cierto patrón y todas las veces que la imagines o la visualices el patrón será el mismo. Los algoritmos de esta máquina logran captar, reconocer e interpretar estos patrones para definir que una de las tantas actividades de tu mente durante alguno de tus sueño se refería a una silla; así con cada uno de los elementos que conforman tus sueños.
Por otro lado, el invento ha logrado capturar los sueños de manera correcta únicamente el 60 % de las veces, pero aún así muchos consideran que este paso científico es una nueva y extraordinaria forma de comprender la mente humana.
El procedimiento para llevar a cabo la lectura de un sueño inicia cuando un candidato es analizado en primer lugar mediante un electroencefalograma (EEG), después cuando el sujeto se encuentra dormido y conectado a la IMR, los científicos utilizan la lectura del EEG para identificar las distintas etapas del sueño que esta persona atraviesa hasta llegar a la etapa de lo sueños.
Una vez que el voluntario despierta se comienza a analizar la información obtenida. Cabe mencionar que para obtener la mayoría de algoritmos posibles los sujetos a los que se les aplicó el estudio se sometieron aproximadamente 200 veces a este procedimiento. La razón de estas repeticiones va ligada al objetivo de obtener una correlación entre los patrones cerebrales y la actividad que haya logrado captar la “máquina de sueños” a lo largo de cada lectura.
Finalmente, una vez que se hayan interpretado los patrones por medio de distintos algoritmos, la máquina comienza una búsqueda en Internet para encontrar los objetos que correspondan al sueño de cada sujeto. Estos objetos son imágenes que la IMR escanea para producir un video que básicamente crea una minipelícula en crudo que resume cada sueño.
A pesar del gran descubrimiento, los autores de este gran invento aseguran que el prototipo IMR aún se encuentra en una fase “rudimentaria”, pues el resultado visual del compilado de imágenes a manera de cortos y elementales videos es el inicio de los que ellos aseguran será una máquina de predicción de los sueños, la cual desarrollarán y mejorarán cuando logren mejorar la definición de los algoritmos que interpretan cada sueño, algo que no sólo ayudará a entender la mente mientras un individuo duerme, sino para comprender todos los misterios que ésta esconde.
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